Actualidad
20/02/2018
El principito de papel que se fue a la guerra
El principito se fue a la guerra transcurre durante los dos últimos meses de vida de Antoine de Saint-Exupéry, autor e ilustrador de El principito.
Murió el 31 de julio de 1944, dos meses después del desembarco de Normandía, once días después del atentado contra Hitler, quince días antes de la liberación de París, y ocho meses antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Al final de su vida, había dejado un interesante legado literario de varios títulos, entre los que se encuentra El principito, que ha vendido hasta ahora más de 150 millones de ejemplares en todo el mundo.
Cuando los soldados de Hitler invadieron París, Antoine se exilió voluntariamente a Nueva York, dispuesto a pedir ayuda a los americanos para liberar su país. Pero las cosas no fueron fáciles, y su estancia, además de complicada, se alargó más de lo deseado.
Saint-Exupéry escribió El principito en 1942, durante su desesperante exilio en Nueva York. Los franceses le acusaban de colaborar con los alemanes y los nazis le despreciaban ante los americanos, que no sabían a qué atenerse. Esta obra podría ser un alegato antibelicista que estaría cargado de referencias a la idea de combatir pacíficamente al enemigo sin perder la humanidad.
Es evidente que Saint-Exupéry no era querido por los nazis y su obra no fue bien recibida por ellos. El principito fue, posiblemente, una declaración antinazi. La primera ilustración del libro, que muestra a una serpiente engullendo a un animal, podría representar a Alemania engullendo a Francia. Es más, el principito acudiendo en ayuda del piloto que sufre un accidente aéreo en pleno desierto podría ser una premonición de los Aliados acudiendo en ayuda de Francia.
El principito se fue a la guerra empieza el 6 de junio, con el desembarco de Normandía.
Ese día, un niño de 10 años que vive en París recibe un ejemplar clandestino de El principito llegado de Estados Unidos, donde se publicó por primera vez en 1943, después de la partida de Saint-Exupéry.
El niño, Robert Dupont, va descubriendo los paralelismos que existen entre el libro de Antoine de Saint-Exupéry y el entorno en el que vive, sometido a la brutal e implacable represión nazi que no distingue entre el bien y el mal.
Robert se adentra en un relato que habla de las bondades del corazón humano, de la amistad, de la paz y de otros valores que se convertirán en una experiencia esclarecedora e inolvidable para él.
El protagonista de El principito se fue a la guerra descubre que los miembros de la Resistencia francesa están más cerca de lo que cree, que la maldad tiene uniforme de color verde, que la amistad es el mejor valor en tiempos de guerra y que vale la pena luchar por la libertad.
Y por fin, aparece un personaje al que Robert deseaba conocer y que el destino pone en su camino de manera fortuita: un piloto que escribe con la sensibilidad de un niño, con el que emprende un vuelo entre las nubes para observar el mundo desde lo más alto.
Al final queda una pregunta en el aire: ¿a quién no le gustaría volar con Antoine de Saint-Exupéry y compartir con él uno de sus últimos vuelos entre las nubes mientras le cuenta los secretos de su fantástico personaje?
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