Nuevo curso. Nuevos retos.

Empezamos el curso llenos y llenas de energía y nuevos retos. ¿Quién no ve en septiembre otra nueva oportunidad de poner en marcha los propósitos de año nuevo? En Loqueleo también tenemos nuestros propios desafíos como seguir formando una comunidad ecolectora.

Este curso es más especial si cabe que el resto. Hemos vuelto a la (casi) normalidad, después de un largo letargo encerrados en nuestras casas, comunidades, aún siendo la mascarilla y el gel desinfectante nuestro mejor aliado. Han sido muchos meses esperando a que llegara este momento, el de renacer.

En el mundo animal y vegetal hay muchos ejemplos de especies que parecen revivir, que se transforman. Como el gusano que espera a formar su capullo y convertirse en mariposa. O como el ajolote, la lagartija y el pulpo que son capaces de regenerar extremidades perdidas. También la rosa de Jericó que cuando se seca, sus hojas y ramas se contraen formando una pelota apretada. Pero cuando coge humedad, revive, reverdece, incluso después de muchos años de cortada.

Esto mismo le sucede a los objetos que inundan nuestra vida porque lo que es basura para unos es el principio de una segunda vida para otros. Y para que el cambio hacia la sostenibilidad sea posible todas y todos hemos de plantar un poco voluntad. Porque cada reto es tierra de cultivo.