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13/03/2024
Los 10 escritores con las manías más curiosas
Los autores y autoras son los encargados de construir historias, mundos y personajes que nos atrapan pero este proceso de creación lleva consigo una serie de curiosas y llamativas excentricidades: las famosas manías.
Vemos algunas de las más delirantes:
- Roald Dahl solo podía escribir en su cabaña (en la que solo podía entrar Quentin Blake, su ilustrador), sentado en su viejo sillón y sobre una tabla.
- Alejandro Dumas debía ir vestido de la misma manera, con una sotana roja y sandalias.
- Agatha Christie reflexionaba sobre sus tramas en la bañera a la vez que comía manzanas.
- Jordi Sierra i Fabra siempre se documenta meses antes y prepara un guion previo del que no se desvía ni una coma.
- Isaac Asimov trabajaba 8 horas cada día, 7 días a la semana. Nunca escribía más de 35 páginas al día y revisaba sus escritos una sola vez.
- Gabriel Gª Márquez ha de pedir la opinión de los demás durante su proceso de escritura. Ah, y también se dice que siempre escribe descalzo.
- Virginia Wolf sentía un pánico atroz a volverse loca y llegó a escuchar pájaros conversar entre ellos en griego.
- Hans Christian Andersen tenía fobia a casi todo. Entre sus miedos más destacados estaba la tapefobia o el miedo a ser enterrado vivo.
- Isabel Allende tiene por norma comenzar a escribir sus novelas siempre un 8 de enero. Además, realiza conjuros antes de iniciar sus sesiones de escritura.
- José Saramago escribía únicamente dos páginas por día. No ponía una coma más.