La nueva Cenicienta

Cenicienta, esa chica desvalida, sumisa, retraída, complaciente, que añora el vestido ideal para conquistar a su príncipe azul. Ese perfil ya no se estila, de verdad que no. Ahora nuestras heroínas son mujeres empoderadas, valientes, independientes, que buscan la belleza sí, pero también cultivar la cabecita.

Tampoco busca su príncipe azul porque no hay tantos reinos para tanta mujer. O porque quizá prefiera no un príncipe sino una princesa u otra vasalla, sin sangre de un color raro. Las mujeres no ansían comer perdices, ni tener una carroza ni gente que les sirva. Solo quieren ser felices y cada una lo es de un modo distinto y cada vez ese distinto tiene más aristas porque cada vez el mundo es más diverso.

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