Aquí no hay quien viva

En cualquier comunidad de vecinos hay uno o más de un miembro que resulta molesto. Y de esto han dado buena cuenta desde los cómics más clásicos (cuando aún se llamaban tebeos) como 13 Rue del Percebe, y las series de televisión más actuales como Aquí no hay quien viva. Es por tanto un tema más antiguo que el hilo negro, que diría nuestra abuela.

Pero no hay que desistir y pensar que no hay solución para esa vecina que se desgañita cantando a Becky G. o para esos hermanos que juegan a la consola como si estuvieran animando a su equipo en la final de la Champions o al vecino que permite que su perro tome la decisión de hacer «sus cositas» frente al portal.

La palabra (unida a veces al humor) ha sido y es la mejor forma de poner remedio, así lo muestra la cuenta de Instagram de Lio de vecinos.

Otras veces es cierto que las trifulcas llegan a mayores y ha de mediar la justicia. No es grato que tu vecina tu acuse de loca, «sin ser yo nada de eso».

Pero vamos a quedarnos con el buen hacer de otros y otras que llegan a la paz vecinal gracias a sus buenas intenciones. ¿Quieres leerlo? Pues aquí te dejamos este relato optimista y con humor: Un pez en la escalera.