1, 2, 3… fuera estrés y anímate a leer.

Empezó el curso y con él, nuestros desvelos. A veces la presión a la que se le somete a los profesores es mucha. Las cifras en torno al estrés laboral en educación no dejan indiferentes. Oímos hablar de Síndrome de burnout, de un 65% del profesorado «quemado» por su trabajo.

En ocasiones buscamos remedios fugaces y complicados. Pero, ¿has pensado en la lectura? Los libros educan, dan tema de conversación, proporcionan compañía. Pero además, leer es bueno para el cerebro, te hace más inteligente, incluso relaja, ya que favorece la conexión del cuerpo y la mente. Algo que pone en práctica el mindfulnes.

En Loqueleo os proporcionamos una serie de “recetas” para reducir el nivel de estrés.

Para los que no tienen tiempo:

− Hacer las tareas de forma pausada y siendo consciente de cada gesto.

− Apagar el ordenador, estar alejados del móvil y sus notificaciones.

− Cerrar los ojos e imaginarse un lugar paradisiaco, lo que se llama visualización guiada. O bien mirar hacia el horizonte, por la ventana.

− Concentrarnos en la información que nos llega del exterior y disfrutarla sin distraerte con otras cosas.

− Respirar es una de las formas más rápidas, sencillas y efectivas de lograr relajarse.

Para los que disponen más de cinco minutos:

− Yoga, Pilates, Taichí…

− Un masaje, automasaje o las colchonetas prana.

− Meditar funciona. 15 minutos al día pueden ser suficientes.

− Escuchar música. Y si lo acompañas de movimientos con el cuerpo, mejor.

− Leer pausadamente, en silencio o en voz alta, el libro que elijamos en cada momento.

Y no nos olvidemos de nuestros alumnos. La lectura evade, enseña, entretiene, ayuda a canalizar emociones.

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